No abra la puerta de su casa o el portero automático a personas desconocidas.
Desconfíe siempre de quien llame a su puerta ofreciéndole cualquier cosa, aunque diga representar a un organismo público. El delincuente utilizará cualquier excusa para entrar en su casa.
Tenga cuidado con los servicios técnicos que no haya sido solicitados por usted o por su familia.
Identifique a todos los empleados que deban efectuar reparaciones, revisiones o cobros en su domicilio.
Cuando reciba llamadas telefónicas, nunca facilite los datos personales o bancarios, aunque digan que pertenecen a organismos públicos, empresas de servicios domiciliarios o argumenten que ha resultado ganador de un premio o sorteo.
No marque números de teléfono de tarificación especial (normalmente comenzarán por 905, 803, 806,…), la llamada tendrá un coste muy elevado para usted.
No llame a números de teléfono que desconoce, de los que reciba mensajes o llamadas perdidas, podrían darle de alta en servicios que no desea.
En la vía pública
En la calle, camine por la parte interior de la acera, colocando el bolso en el lado de la pared. Utilice preferentemente bolsos de asa o bien que no lleven correa.
Evite hacer ostentación de joyas u otros objetos de valor y proteja su bolso o cartera en las grandes aglomeraciones.
No acepte ninguna propuesta que le ofrezcan por la calle, por ventajosa que le parezca. Puede ser una estafa.
En el banco
Al utilizar los cajeros automáticos, no lleve las claves anotadas, procure memorizarlas. Vigile los alrededores y evite sacar mucho dinero de una sola vez.
Para evitar ser observado o grabado tape la mano con la que teclea su clave secreta.
Si es posible, domicilie los pagos a través del banco.
Procure ir acompañado de personas de confianza para firmar documentos o realizar cobros o pagos importantes.