Historia
El primer antecedente de lo que hoy conocemos como Cuerpo de Policía Local podemos encontrarlo en el año 1780 pues hasta esta fecha no existen ordenanzas municipales propiamente dichas. Sin embargo, desde ese año encontramos en la documentación que se conserva una referencia constante a los temas de policía urbana. Conviene aclarar que con este concepto no se hacía referencia, como en la actualidad, a un cuerpo de policías, sino que este término designaba, sobre todo, el civismo, la urbanidad. Más que un conjunto de personas, policía urbana englobaba todas aquellas preocupaciones, de ciudadanos y autoridades, referidas al buen estado de su ciudad.
Además de lo anterior tenemos un segundo antecedente que nos permite entender la creación, en 1848, de lo que hoy se conoce como Policía Local. Pérez Constanti, archivero municipal a principios del siglo XX, en su compilación de reglamentos de la guardia municipal, que va de 1837 a 1900, nos dice que la guardia municipal se constituiría aquel año con la denominación de Ronda de Policía Urbana pero que, años antes, ya fuera creada la compañía de serenos.
En el mes de febrero de 1848, el alcalde de la ciudad era don Miguel Díaz. En el documento de 22 de febrero de 1848 firmado por don Miguel Díaz, aparecen quejas por los muchos robos que se estaban detectando en la ciudad, hecho que decidió la entrada en funcionamiento, a partir de ese momento, de una Ronda de Policía Urbana que venía a sumarse a la ya existente compañía de serenos nocturnos. Se creaba así el Cuerpo de la Policía Local.
Los aspectos de la vida cotidiana de los habitantes, higiénicos, urbanístico-arquitectónicos, la imagen que ofrecía la ciudad, etc. son los temas que centran la atención de los primeros guardias municipales.
Los guardias diurnos y los serenos se diferenciaban en que los segundos se ocupaban casi exclusivamente de la seguridad ciudadana, mientras que los primeros desarrollaban un mayor número de funciones.
Sobre todo en el siglo XIX, pero aún en el XX, los guardias municipales actuaban conjuntamente con otros cuerpos de seguridad, de los que cabe señalar, por su importancia y connotaciones, la figura del sereno particular, vigilante nocturno pagado por los vecinos de un barrio para el control de sus calles durante la noche.
En el año 1887, la reina María Cristina aprueba el Reglamento para los cuerpos de seguridad y vigilancia, en el que se fija, por ejemplo, la estatura mínima para entrar en un cuerpo de seguridad en 1,66 m y también la obligatoriedad del servicio por parejas.
En el último tercio del siglo XIX el crecimiento de la Policía Urbana va asociado al desarrollo de la ciudad, por las nuevas funciones y espacios que se generan en esta época: los paseos de la Alameda incorporan policías municipales para su vigilancia mientras que el mercado de Abastos promueve la dotación de agentes que garanticen la higiene y el control de las mercancías.
A esta burocratización y progresiva complicación y delimitación de las funciones de los guardias municipales viene a añadirse, a principios del siglo XX, un nuevo problema: el tráfico de vehículos. La aparición de estas máquinas motivó la creación dentro de la Policía Local de la sección de Tráfico, que controlaba y organizaba la circulación. En 1918 ya se contaba con un reglamento para la circulación de vehículos.
A partir del año 1920 se va incrementando el número de efectivos que componen el servicio, concretamente en 1928, el número de agentes que integraba el cuerpo eran 63: 1 jefe, 3 cabos, 5 guardias de primera, 42 guardias de segunda, 2 guardias ciclistas y 10 guardias nocturnos. En 1955 se amplía el cuadro de personal en 25 guardias, motivado por la proyección turística de Santiago que se estaba iniciando.
En 1975, el Pleno de 18 de febrero establecía la plantilla en 112 agentes: 100 guardias, 6 cabos, 4 sargentos, 1 suboficial y 1 oficial jefe. Este mismo año desaparece el cuerpo de serenos, que pasa a incluirse en la Policía Local.
En 1980 se crea la brigada nocturna.
En 1989 se crean unidades dentro de la Policía Local.
En 1998 (año en que se celebra el 150 aniversario de su creación) cuenta con 162 profesionales: 1 suboficial jefe, un suboficial de tráfico, 6 sargentos, 16 cabos y 128 guardias, organizándose de la siguiente manera: Jefatura de la Policía Local, Unidad administrativa o de Servicios (sección administrativa, sección de servicios –diurno y nocturno y sección de urbanismo), unidad de seguridad ciudadana (servicio diurno e nocturno), unidad de tráfico (sección de tráfico, sección motorizada, sección de atestados y sección sala de control de tráfico) y unidad de policía de barrio, contando también con escolta de gala (formada por lanceros, maceros y guardia vieja).
Galería de imaxes
